Inversiones Riesgosas. ¿Me Meto, o No Me Meto?
Una aventura, una oportunidad de aprendizaje, una canita financiera al aire QUE NO se convierta en una pesadilla
ACTUALIDAD ECONOMICA
David Forero
4/27/2024
La vida no es plana y las personas no somos robots. El algún momento de nuestras vidas, puede ocurrir que tengamos algo de dinero disponible y, a pesar de tener algunas deudas y otras ideas o gastos presentes, queramos invertirlo, aventurarnos, saber qué sucede, jugárnoslo en alguna alternativa de inversión diferente a un CDT. Para estas situaciones, en las que sabemos que no estamos tomando la mejor decisión pero que aun así deseamos actuar, debemos tener en cuenta algunas cosas básicas que nos ayudarán a que nuestra decisión sea una aventura, una oportunidad de aprendizaje, una canita financiera al aire, y no se convierta en una pesadilla:
Primero, no invertir lo que no estamos dispuesto a perder. Debemos tener certeza de que efectivamente ese dinero que vamos a utilizar no es indispensable para que nuestro día a día transcurra con normalidad. Un ejercicio que nos puede ayudar es pensar qué sucedería si ese dinero se pierde por completo, si la inversión no es exitosa; de este modo, le hacemos una prueba ácida a nuestra idea a partir de plantear el escenario más negativo. Es importante recordar que una inversión siempre es, en mayor o menor medida, una apuesta, por cuanto la estamos realizando a partir de proyecciones sobre el futuro, y no hay forma de conocer el futuro.
En segundo lugar, debemos tener claro el estado de legalidad de la iniciativa de inversión. Una cosa son las inversiones riesgosas y otra son las inversiones ilegales. Debemos ser juiciosos y rigurosos, indagar cuál es la naturaleza de la inversión, cuáles son los entes reguladores que la supervisan, quiénes son realmente las personas que están detrás del negocio; no podemos tomar decisiones basados solo en recomendaciones de amigos y el “voz a voz”; lo que está en juego es importante, son nuestros recursos económicos, nuestra reputación, nuestra libertad, nuestro estado judicial e incluso nuestra seguridad y la de nuestros seres queridos. Este es un punto muy importante y no debemos tomarlo a la ligera por ningún motivo.
Finalmente, es importante que identifiquemos bien el nivel de riesgo, y que lo diferenciemos de la incertidumbre. El riesgo es aquello sobre lo cual podemos decir si hay una alta o baja probabilidad de que ocurra; la incertidumbre, en cambio, se presenta cuando no tenemos ni idea de qué va a suceder, son cosas distintas. Podemos hacer una inversión riesgosa, pero debemos tener presentes dos cosas: primero, ser conscientes del alto riesgo que enfrentamos y lo que esto implica; en segundo lugar, debe ser una inversión que brinde una rentabilidad alta; No tiene sentido tomar una opción de alto riesgo si nos va a dar la misma rentabilidad de un CDT, que es en principio una inversión segura y además de baja rentabilidad.